Cuentan que en el año 968, el arzobispo de Maguncia, Hatto II, la mandó construir para desde allí atacar con sus arqueros a los barcos que no pagasen sus altos tributos. Cuando llegó un periodo de hambruna, el cruel arzobispo cobraba tan caro el cereal que tenía almacenado que casi nadie podía permitirse comprárselo. Ante las súplicas de los campesinos, los convocó a un granero para darles cereal. Una vez allí, los campesinos se dieron cuenta de que el granero estaba vacío, pero los soldados del arzobispo los encerraron dentro y prendieron fuego al edificio, siguiendo sus órdenes.
Cuentan que el arzobispo se reía al oír los gritos de los campesinos mientras se quemaban vivos y decía: "Escuchad como chillan los ratones". Al poco tiempo una plaga de ratones atacó el castillo arzobispal. Este huyó a la torre en medio del río, convencido de estar seguro allí, pero los ratones cruzaron el río a millares, y aunque muchos se ahogaron, fueron más los que atacaron la torre y se comieron vivo al malvado arzobispo. Naturalmente, según los lingüistas, hay otra explicación más realista para el nombre de la torre, que nada tiene que ver con los ratones.
Fuente. http://www.losviajeros.com y http://en.wikipedia.org/wiki/Hatto_II
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