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miércoles, 17 de octubre de 2012

EL BISMARCK HOY

El interés en los restos del Bismarck despertó en gran medida después del descubrimiento del Titanic en 1985 por el famoso explorador y científico estadounidense Dr. Robert D. Ballard. La primera expedición destinada a encontrar al Bismarck en julio de 1988 no tuvo éxito. Se realizó un segundo intento en mayo de 1989, y el 8 junio de 1989, Ballard y su equipo encontraron por fin el acorazado en el fondo del océano. El buque se encuentra a unas 600 millas al oeste de Brest y a una profundidad de 4.790 metros.

El Estado del Buque.

El casco se encuentra boca arriba enterrado en el fango hasta más o menos la altura de la línea de flotación. A pesar del terrible castigo sufrido por los proyectiles británicos y los efectos obvios del hundimiento, el buque está sorprendentemente en una condición relativamente buena. Pocos buques naufragados se conservan es un estado tan bueno como el Bismarck, y excepto por una pequeña parte de la popa el casco está intacto. Las torres de la artillería principal se desprendieron del casco cuando el buque se hundió, así como otras partes de la superestructura como el mástil-torre y la chimenea. Sin embargo las seis torres de la artillería secundaria y la mayoría de las piezas antiaéreas todavía están con el buque. El puesto director de proa y el puente de mando, aunque dañados también se conservan en su sitio.

Considerando el hecho de que la mayor parte de las cubiertas todavía conservan la madera de teca e incluso la pintura, lo más probable es que el Bismarck resista los efectos de la corrosión por lo menos durante varios cientos de años si no más.

Consideraciones Éticas y Legales.

De acuerdo con las leyes internacionales, los restos del acorazado Bismarck hundido en aguas internacionales, son propiedad de su país de origen y están considerados como una tumba de guerra. Después de su descubrimiento, el gobierno alemán se expresó de la siguiente manera respecto a futuras expediciones submarinas:

"Die Bundesrepublik Deutschland betrachtet sich als Eigentümer des ehemaligen reichseigenen Schlachtschiffes Bismarck. Tauchgänge in das Innere des Wracks sowie Bergungsversuche bedürfen der Zustimmung der Bundesregierung. Diese wird wie in anderen Fällen gesunkener Schiffe aus den Weltkriegen, bei denen mit Toten im Wrackgerechnet werden muß, grundsätzlich nicht erteilt. Die Bundesregierung fühlt sich den beim Untergang des Schiffes zu Tode gekommenen Seeleuten verpflichtet. Gemäß internationalen Gepflogenheiten sieht sie das Wrack der Bismarck als Seemannsgrab an, das entsprechend zu respektieren ist."

"La República Federal de Alemania se considera propietaria del antiguo y soberano acorazadoBismarck. Excursiones submarinas al interior del buque así como intentos de rescate requieren la aprobación del Gobierno Federal. Al igual que ocurre con otros barcos hundidos en las guerras mundiales, dicho consentimiento no es concedido en ningún caso en los que se debe contar con la posibilidad de encontrar restos humanos en el interior del buque La República Federal siente que es su deber proteger a los marinos que perecieron en el hundimiento del buque. Siguiendo costumbres internacionales, vemos los restos del Bismarck como un cementerio de marinos que debe ser debidamente respetado."

Expediciones Submarinas.

Después de la expedición de Robert Ballard en 1989, el Bismarck no fue visitado de nuevo hasta el año 2001. Entre el 5 y el 15 de junio de 2001, Deep Ocean Expeditions (DOE)organizó una expedición al mando del australiano Michael McDowell. La expedición llegó el lugar del hundimiento a bordo del buque científico de investigación ruso Akademik Keldysh (6.240 toneladas), que fue utilizado como buque nodriza de dos sumergibles MIR. Estos sumergibles, que ya fueron usados para inmersiones al Titanic, pueden alcanzar una profundidad de hasta 6.000 metros y transportar a tres personas (piloto y dos observadores). Las coordenadas utilizadas para localizar al Bismarck fueron las de la expedición de Ballard. Heinrich Kunht y Heinz Steeg, supervivientes del Bismarck, estaban a bordo acompañados por el presidente de la asociación de veteranos del acorazado (Marinekameradschaft Schlachtschiff Bismarck) Dieter Heitmann. También se encontraban a bordo dos expertos que instalaron un laboratorio gráfico por ordenador. De esta forma la expedición tenía acceso completo a planos y detalles del buque. Además estos expertos fueron de gran utilidad cuando llegó el momento de identificar pequeños trozos del buque en el fondo marino.

Una vez en el lugar del hundimiento, a unas 380 millas al sur de Cork, Ireland, se rindieron los correspondientes honores en Inglés y alemán. Dieter Heitmann presidió el acto siguiendo los protocolos de la Armada alemana para estos casos. Don Walsh hizo lo propio para con las otras armadas representas a bordo: americana, británica, francesa y rusa. También hubo una corta ceremonia de despedida cuando la expedición abandono el lugar por última vez. Una placa conmemorativa hecha por Blohm & Voss fue depositada en el Bismarck y fotografiada en el segundo día de inmersiones. Tres equipos de televisión estaban a bordo: IMAX, National Geographic y un grupo alemán. Además había dos equipos de prensa impresa: Focus Magazine (Alemania) y The Mail on Sunday (Inglaterra). Se realizaron ocho inmersiones dobles (dos sumergibles por inmersión) con 24 personas incluyendo los pilotos y tres participantes particulares de pago. Por supuesto, inmersiones de este tipo son muy caras, y sólo un puñado de personas pueden permitirse el lujo de pagar por semejante viaje. Esta expedición tenía permiso del Gobierno alemán, y el lugar fue tratado con respeto. Nada fue removido del fondo y sólo se tomaron fotografías y video.

A comienzos de julio de 2001, se montó otra expedición al mando de David L. Mearns, de Blue Water Recoveries, con la intención de encontrar y filmar los restos del mítico Hood. De camino a lugar delHood la expedición se detuvo para filmar también al Bismarck. Esta expedición tenía el apoyo de laRoyal British Legion, Commonwealth War Graves Commission, Royal Naval Association, Ministry of Defence, y por supuesto de las asociaciones de veteranos del HMS Hood y del Bismarck. A bordo delNorthern Horizon, se utilizó un aparato de control remoto Magellan 725 conectado por cable al buque en la superficie. El Magellan 725 incluía un sonar, cámaras y potentes luces para la observación submarina. El 9 de julio, se tomaron las primeras imágenes del Bismarck que inmediatamente fueron enviadas a la superficie. Se dejó una placa conmemorativa, que incluía todos los nombres de los marinos caidos grabados en un CD. 

El 13 de julio, la expedición abandonó el área y arrumbo al estrecho de Dinamarca donde descubrieron los restos del Hood el 20 de julio de 2001.


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