"Hemos encontrado muchas cosas", explica en un mensaje publicado en su blog. "Hemos encontramos una joya submarina, una increíble escultura ajardinada de los motores F-1 retorcidos que cuentan la historia de un final intenso y violento, que sirve como testamento al programa Apolo", escribe.
Bezos explica que muchos de los números de serie del motor original han desaparecido debido a la erosión, pero que su equipo intentaría restaurarlos.
"Los objetos en sí son hermosos", añade. "Hemos fotografiado muchos objetos hermosos in situ, y se han recuperado numerosas piezas importantes".
Según explica el multimillonario, su equipo tiene suficientes componentes para exponer dos motores de la misión Apolo 11 y la restauración prevendrá la futura corrosión. "Queremos que el 'hardware' cuente su propia historia, incluyendo el regreso a la atmósfera de 5.000 millas por hora (más de 8000 km/h) y el consecuente impacto con la superficie del océano", continúa Jeff Bezos.
Los motores fueron encontrados en el océano gracias a la utilización de un sónar a 4.267 metros de profundidad. Al anunciar el comienzo de la misión de recuperación, Bezos explicó que aunque estaba financiada con fondos privados, los motores seguiría perteneciendo a la NASA.
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