El arqueólogo austríaco Manfred Bietak, que dirige las excavaciones en la antigua ciudad de Avaris, explicó a la revista Egyptian Archaeology, que las manos cortadas podrían ser la primera evidencia que apoyarían los antiguos escritos egipcios sobre el arte de algunos soldados de cortar la mano derecha de sus enemigos caídos, pues se creía simbólicamente que al cortarlas mermarían las fuerzas enemigas.
“De este modo, se les privaba de su poder por toda la eternidad”, explicó Bietak. “Este hallazgo es la única y más antigua evidencia física sobre ese asunto”, y añadió que “cada pozo representa una ceremonia diferente”.
Dos de los pozos, que contienen una mano cada uno, estaban situados delante de un salón del trono construido en Egipto, que se cree fue controlado una vez por invasores que llegaron, probablemente de Canaán. El resto, probablemente enterrados en una fecha posterior, son terrenos exteriores del palacio.
Podéis ampliar más información en el Reporte de Tell El-Dab’a 2011.
Sólo de pensar en el dolor que sentirían aquellos desgraciados me pongo mala.
ResponderEliminarSaludos
Saludos ohma, gracias por tu comentario
ResponderEliminarJose