En realidad, los primeros coches llegaron a la capital en 1898, pero no fue hasta unos años más tarde cuando surgió la necesidad de empezar a matricularlos. El primer coche matriculado en Madrid fue un Renault descapotable de 14 CV de potencia que era capaz de alcanzar una velocidad de 40 kilómetros por hora. Podemos decir que Luis María Pérez de Guzmán y Nieulant, más conocido como el marqués de Bolaños y conde de Nieulant, fue un privilegiado amante de los automóviles que se adelantó a su época.
¿Y cuánto se pagó por el primer coche matriculado en Madrid? El marqués de Bolaños tuvo que desembolsar por su Renault (la mejor fotografía que hemos encontrado es la que ves a la izquierda) la cantidad de 17.000 pesetas (unos 102 euros), más 200 pesetas por la licencia.
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