El óleo, encargo directo de Carlos I, empezó a ser pintado en 1551. El pintor renacentista italiano tardó cuatro años en terminar los 8,3 metros cuadrados que mide. El rey emperador decidió representar su muerte –y la de la familia imperial de los Habsburgo–, 7 años antes de que falleciera. Envueltos en sudarios, suplicantes y contemplativos aparecen representados ante la Trinidad él, su esposa Isabel de Portugal, su hijo Felipe II, su hija Juana de Austria, María, reina consorte de Hungría, y Leonor, reina de Francia y de Portugal.
El monarca decidió llevarse el cuadro al Monasterio de Yuste (Cáceres) para pasar sus últimos momentos de vida. Pidió expresamente morir viéndolo y absorto ante él falleció. Tras su muerte, volvió de Yuste a Madrid y estuvo cologado en el Aula de Moral del Monasterio de El Escorial hasta 1837. Ese año ingresó en el Museo del Prado.
Fuente. Aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario