El nombre de Vigo no procede del latín Vicus, que significa aldea, sino de la palabra vikinga Ùig, que se refiere a bahía. Esta es la vuelta de tuerca que el equipo de invetigadores del Proyecto Gaelaico le dan al topónimo vigués y a otros similares dentro de la geografía gallega como O Vicedo y Veigue.
"Hay otras propuestas etimológicas que también son razonables", subrayan. Así, en el caso concreto de Vigo aunque la versión más extendida es la que su nombre procede del latín Vicus, que significa aldea, hay otras propuestas alternativas a esa versión. Una de ellas, subrayan, hace referencia también al origen latino de la palabra pero asegura que procede de Burbida y no de Vicus. Esta es la explicación que ofrece el investigador del CSIC Manuel Santos, que considera que Vigo es la antigua Burbida, una importante ciudad ubicada en la Vía XIX que unía Bracara Augusta con Asturica Augusta, del Itinerario de Antonino.
Según el Proyecto Gaelaico, la versión de que Vigo procede, sin embargo, de la nórdica Úig es también plausible dada la similitud de ambas palabras y el hecho de que la ciudad actual se asiente sobre una de las bahías más llamativas de la costa gallega.
En el caso de O Vicedo, por ejemplo, acuden también al origen etimológico nórdico y aunque aceptan la posibilidad de que su origen pueda ser latino abren también otra vía al recordar que en esta localidad, además, se ha localizado el único asentamiento vikingo de España. Por ello, y por el propio nombre Vicedo, creen que se trata de la unión de las palabras Úig (bahía) y dubh (oscuro) que harían referencia a una bahía oscura dada su orientación al norte y que está rodeada de montañas relativamente altas. Bajo estas líneas, Ùig, en isla Skye, en Escocia.
Otras dos bahías con características similares a Vigo. La primera, Wick Bay (Inbhrir Ùige) y la segunda, Wicklow Bay.
Las conclusiones del estudio, disponible en la web del colectivo, señalan que "se pueden encontrar explicaciones más convincentes para los topónimos gallegos, así como para los españoles y portugueses, que las etimologías ofrecidas tradicionalmente". De hecho, critican que se busque ese significado latino simplemente por el hecho de que el gallego es una lengua romance y lo que proponen es que hagan referencia a la visita de pueblos nórdicos. "Si los términos nórdicos vik y stakkr, en sus formas gaélicas Úig y staca están presentes en algunos topónimos gallegos junto a otras palabras puramente gaélicas como dubh (oscuro) o bárr (cima, cumbre), ya no estamos hablando de conexiones prerrománicas con las zonas gaélicas del norte", indican.
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