Muchos orígenes demoniacos se originaban en las mujeres o en la sexualidad.
Ambrosio Pare fue un médico y cirujano medieval que tuvo un importante papel en la medicina en la época de los reyes Enrique II, Francisco II, Carlos IX y Enrique III. Además, hizo grandes avances en la patología y técnicas quirúrgicas. Él fue quien convenció a la gente de dejar de verter aceite hirviendo en las heridas abiertas.
Sin embargo, tenía un montón de ideas locas acerca de cómo se crearon los monstruos, aquí 12 orígenes de los monstruos en la Edad Media que seguro no dejaran indiferente a nadie
1. Sangre menstrual : Si su bebé nace con la cabeza de un loro, es probable que la culpa sea de la madre, pues, Pare advirtió que las mujeres manchadas por su sangre menstrual concebirán monstruos. Además, si el niño estaba enfermo mucho, probablemente se debería a la menstruación. Pare escribió: "las mujeres que han concebido durante su período engendrarán personas con lepra, escorbuto, gota, escrófula y muchas enfermedades más ...”
2. Advertencias proféticas: Si ves un caballo con la cara de un hombre, Dios te está advirtiendo de una gran desgracia. Par señaló que Dios a menudo envía monstruos como una señal de su descontento. Por ejemplo, cuando el Papa Julio II emprendió la guerra contra el rey Luis XII, Dios envió a un monstruo alado con ambos sexos, masculino y femenio, para poner fin a los combates, según Pare.
3. Demasiado esperma : Pare pensaba que los hombres con exceso de semen podrían producir un bebé con dos cabezas, cuatro ojos, dos troncos y cuatro manos o los cuernos. Utilizó una mujer que dio a luz a un niño con cuernos como ejemplo.
4. Facultad imaginativa : Pare escribió acerca de una mujer con dos cabezas que iban mendigando de puerta en puerta. La creatura fue expulsada del país donde vivía porque se creía que si una mujer embarazada la veía, esto podría dañar al feto creando monstruos.
5. Cruzar las piernas: Pare creía que si el vientre era demasiado estrecho, las mujeres podrían dar a luz a niños deforme. Asimismo, sostuvo que las mujeres que cruzaban las piernas o apretaban el estómago con demasiada fuerza podrían tener bebés putrefactos.
6. Comer frutas y verduras: Según Pare, las mujeres que no consumían los alimentos adecuados podrían potencialmente dar a luz a los monstruos. Señaló que esto ocurrió a las mujeres de Nápoles quienes con frecuencia preferían comer frutas y hierbas y otras cosas “de mal sabor y pocos nutrientes”.
7. Oler albahaca: Pare escribió acerca de un italiano que murió de un dolor de cabeza extremo. Cuando se abrió la cabeza del hombre después de su muerte, el doctor encontró un escorpión dentro de su cerebro, esto se atribuyó al hecho de que el hombre olfateaba albahaca frecuentemente.
8. Frotar un ratón entre sus senos (quién haría eso): Según Pare, algunos monstruos que fueron procreados se debe a los alimentos consumidos por las mujeres o algún objeto que se frotó en los senos de las mujeres, como una ciruela, cereza, una rana o una rata.
9. Mostrar ciertos alimentos a una embarazada: Actualmente, los médicos ponen un montón de restricciones en la dieta de las mujeres embarazadas; sin embargo, Pare aseguraba que si a una mujer se le mostraba un alimento y ella no lo consumía inmediatamente, su hijo tendría malformaciones, quizá de ahí persistió la loca idea de saciar cualquier antojo durante el embarazo.
10. Cruzas de seres humanos con animales : Generalmente, los médicos medievales creían que si un ser “medio humano, medio animal” nacía, era a causa de algún grave pecado. Pare describió la existencia de mitad hombres, mitad cerdos y de un perro con cabeza de ave. Señaló que tales abominaciones eran causadas por comportamientos monstruosos que no podía ni quería describir.
11. Con sus excepciones: Según Pare, un granjero que tenía una vaca con cabeza humana fue indultado por su presunto delito contra las vacas, ya que un astrólogo hizo algunos cálculos y descubrió que el monstruo nació de una constelación y no del pecado.
12. El diablo: Si el monstruo no ha sido creado por un exceso de albahaca o por usar un cinturón muy apretado alrededor del vientre de un embarazada, probablemente fue creado por el mismísimo demonio. Pare escribió que el Diablo y sus demonios toman la forma de centauros, serpientes y otros monstruos que "aúllan en la noche y hacen ruidos como si estuvieran encadenados: mueven bancos, mesas, caballetes…”
Gracias al Renacimiento, el razonamiento y la ciencia que estas concepciones sin fundamentos quedaron atrás o seguirían las torturas de la Inquisición y las “cacerías de brujas”.
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