Es un pequeño monstruo de agua que vive en los lagos y ríos no más grande que un niño. A pesar de parecer una tortuga, a veces su cara es de mono. Puede tener pelos en todo el cuerpo y tiene extremidades largas que le permiten escapar a gran velocidad cuando están en el agua. En su cabeza llevan una zona (una especie de calva) que siempre debe estar llena de agua, pues es ella que le confiere sus poderes sobrenaturales. Si el agua de su cabeza se derrama o se seca, entonces el Kappa perderá su gran fuerza al punto de no poderse mover.
Los Kappa suelen hacer retos de Sumo a los humanos. La táctica para no ser atacado, es hacerle una reverencia. Cómo el Kappa tiene muy buenos modales, no dudará en devolver la reverencia y en ese momento el agua de su cabeza se caerá y perderá la fuerza.
Éstas criaturas adoran los pepinos, que los campesinos tiran a las aguas del río para apaciguar a los dioses y espíritus malignos. Aunque ese día de la primer cosecha de pepinos, no se debe entrar a nadar, pues el Kappa podría confundirlos con niños (su alimento preferido después de los pepinos) y comerlos.
El kappa también muestra interés en las espaldas de los seres humanos y otros animales grandes, pues es por ésta zona a la que ataca y por la que se alimenta. Cuando una de éstas criaturas es atrapada por un pescador, se defiende despidiendo asquerosas flatulencias que le permiten escapar aunque éste ser mitológico huele básicamente a pescado.
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