sábado, 2 de junio de 2012

Sexo en Egipto. 4ª parte

Otra curiosidad, es que las egipcias orinaban sobre diferentes granos de cereales para saber si estaban embarazadas y incluso adivinar el sexo del futuro bebé.
Si no germinaba ningún grano,la mujer no estaba en estado de buena esperanza;
si germinaba primero la cebada, el futuro bebé sería varón ; y si lo hacía el trigo, sería una niña.
El cabello y los peinados encerraban un fuerte significado erótico. Las egipcias se acicalaban con esmero para encontrarse con la persona amada. La enorme sensualidad del cabello quedó reflejada, por ejemplo, en el cuento "El broche de turquesas" en el que el faraón Snofru se divierte con veinte muchachas de pechos bien formados y cabellos rizados...


La calvicie era considerada una gran desgracia, y más que remedios contra la alopecia, existían pócimas y conjuros para causar la caída del cabello como venganza, en el papiro de Ebers se describe uno de estos preparados alopécicos-
"Impregnar con aceite unas hojas de loto y quemadas y colocarlas en la cabeza de una mujer odiada", pero como es lógico también tenían antídotos, como era invocar al dios Atón, untarse la calva con aceite de tortuga o pata de hipopótamo.


Aunque todos los hijos eran bien recibidos, las parejas egipcias deseaban tener un hijo varón. Fuera niño o niña, se mostraban interesados por saber su futuro, que venia determinada por una pléyade  de siete divinidades llamadas Hathores ( según la creencia permanecían invisibles en la cabecera de su cama y dictaminaban como sería su muerte.


Las mujeres solían dar a luz sentadas en un taburete de nacimiento, un asiento con un agujero por el que pasaba el recién nacido. También parían agachadas sobre cuatro ladrillos rituales.


El calendario egipcio estaba dividido en días buenos, amanazadóres y hostiles que condicionaban la actividad cotidiana.En los días nefastos, las relacionas amorosas debían evitarse.Por ejemplo, el decimonoveno del primer mes de perit, en el que RA levantó el cielo con sus poderosos brazos, y algunos otros días del calendario los hombres no podían acercarse a las mujeres sin correr el riesgo de ser devorados por un terrible infección.
Al menos en las clases acomodadas, los esposos dormían en habitaciones separadas, lo que  a veces demoraba la concepción.
Desde la su adolescencia, las chicas llevaban un cinturón con elementos de oro en forma de concha como distintivo de soltería y protección.


Los enlaces entre hombres y mujeres con edades muy diferentes no eran raros, el escriba de la época ramésida Kemjerjepeshef, de Deir el-Medina se casó a los 45 años con una niña de 12 años llamada Nanajt:y la reina Mutnodyemet de 50 años, contrajo matrimonio de conveniencia con el general Horemheb, que no pasaba de los 30.
Los novios solían efectuar ritos mágicos para reforzar el compromiso de amor. En un texto del Egipto tardío puede leerse lo siguiente:
"Para confeccionar un filtro de amor, basta con sacar un poco de sangre del segundo dedo cercano al meñique de la mano izquierda".
Algunos expertos piensan que éste es posiblemente un antecedente de por qué en muchos países los anillos de compromiso y matrimonio se colocan en el dedo anular izquierdo.


Pero por el contrario cuando una mujer egipcia quería "eliminar" la competencia  de otra mujer o castigar a una amante de su marido, recurrían a ritos maléficos.
Se creaba una figura de terracota o cera a su imagen o semejanza de la persona de la que se quería perjudicar, y  atravesarla  con alfileres o agujas.
Este tipo de figuras, iban acompañadas por un texto maléfico y se colocaba sobre la tumba de una persona fallecida de forma prematura o violenta.




Fuente..http://www.libroos.es/libros-de-sociales/antropologia/38771-muy-interesante-el-sexo-y-el-amor-en-la-historia-pdf.html

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