La "dieta" del rey Sancho I de León

Nos encontramos en el reino de León,en el año 935.Ramíro II y su segunda esposa la reina Urraca Sánchez traen a este mundo al que sería su primer hijo Sancho I.El rey Ramiro ya tenía otro hijo de su primera esposa, este se llamaba Ordoño III.

Tras la muerte de Ramiro II su hijo Ordoño III lo sucede en el trono, pero su infante hermanastro Sancho se opone y le disputa la corona.

Ramiro II según una miniatura del Tumbo A de la Catedral de Santiago de Compostela.

Ordoño se enfrentó a Navarros y Castellanos, que apoyaban a su hermano Sancho en la disputa por el trono. Éste no fue el único problema que Ordoño III tuvo durante su reinado, pues además soportó numerosas rebeldías internas, ataques de al-Ándalus y una sublevación en Galicia. En respuesta a los musulmanes, Ordoño envió gran número de tropas, que consiguieron llegar hasta Lisboa (Año 955). Ante semejante demostración de fuerza, se firmó un tratado de paz entre el rey y el califa Abderramán III.

Sancho I tendrá que esperar hasta la muerte de su hermanastro en el año 956 para poder ver su sueño de reinar hecho realidad.

Ordoño III según una miniatura medieval de la Catedral de León.

Tras la muerte de su hermano Ordoño y con un tratado de paz firmado con Abderraman III, Sancho disfruta de unos años de paz y sosiego que le permite dedicarse a unos de sus pasatiempos predilectos, la caza.

Pero además de cazar, Sancho se dedica a comer y beber sin limites.

Durante dos años el rey no dejara de cazar y comer de tal manera que según  las crónicas de la época llegó a pesar 220 Kilos, hacía siete comidas diarias ( cada comida constaba de 17 platos).

El pueblo empezó a dudar de sus capacidades para reinar, era incapaz de ponerse su armadura, manejar un arma o montar a caballo. Lo apodaron Sancho "el Craso" o "el gordo".

Ordoño III según una miniatura medieval de la Catedral de León.

El rey es rechazado por los Castellanos y Leoneses que lo habían apoyado años antes. Estos encabezados por el Conde Fernán González nombran a Qrdoño IV como nuevo monarca.

Sancho huye buscando a su abuela Toda de Pamplona, a quien pide ayuda para recuperar su trono.Esta hizo un trato con el califa del Abderramán III, para conseguir tratamiento del médico de su corte Hasday ibn Saprut y ayudar a Sancho a recuperar su aspecto y así su trono. A cambio Abdarramán III le pide a Toda dinero, algunos castillos y unas plazas en las riberas del Duero.

La reina Toda de Pamplona, Sancho I y su mujer, viajaron a Córdoba. Allí el medico trató a Sancho de su obesidad no permitiéndole tomar más que infusiones durante cuarenta días.

Grabado del siglo XIX de Abderramán III

Dicen que las infusiones además de vómitos por su sabor, le producían unas enormes diarreas.

Sancho estuvo al borde de la muerte en dos ocasiones. Pero en este periodo de tiempo logró reducir su peso a los 90/100 Kilos.

Una vez recuperadas las fuerzas y un aspecto "aceptable" , pone rumbo a Zamora acompañado por un ejercito formado por Navarros fieles a Sancho y un grupo de musulmanes.

La ciudad caería en manos de Sancho en el año 959 y León un año después obligando al rey Ordoño IV a escapar a Asturias.

Con el reino leones de nuevo en su poder Sancho "olvidó" su acuerdo con los musulmanes y estos decidieron apoyar a Ordoño IV.

Esta nueva alianza no logró eliminar al rey Sancho y se limitó a unas pequeñas escaramuzas. Sancho seguiría en el trono pero algunos nobles de su corte nunca llegarían a aceptarlo.

Fallecería en el año 966 envenenado a manos de un conde rebelde llamado Gonzalo Sanchez, este le entrego una manzana envenenada.

Cuentan que el rey no volvió a abusar de las piezas de caza en la mesa y que comía mucha fruta desde su experiencia con la "dieta" del medico musulmán.

Aunque no se sabe el día de su muerte, se piensa que pudo ser un 15 de Noviembre, lo sucedió su hijo Ramiro III de León.

Fuente,http://espanafa-cp26.webjoomla.es/leyendas-e-historias/item/130-la-dieta-real-de-sancho-i-de-le%C3%B3n.html, http://www.seedo.es/portals/seedo/RevistaObesidad/2009-n3-Obesidad-Historia-Sancho-I-el-Craso.pdf