jueves, 11 de agosto de 2011

Un colgante de 25.000 años en el yacimiento de Irikaitz (ZESTOA)


La pieza, un canto de río de lucita de unos 10 centímetros, está perforada en uno de sus extremos y por su disposición se ha observado que estuvo colgada, según ha informado Álvaro Arrizabalaga, director de la excavación, quien además ha señalado que el otro extremo de la piedra fue utilizado como útil para retocar los filos de herramientas hechas de sílex, como flechas o rascadores.
"La pieza está muy bien conservada y hemos tenido la suerte de poder sacarla sin dañarla en ningún sentido", ha indicado el director de la excavación, que ha dicho que una vez extraído el fragmento "tiene que ser lavado", ya que solamente se le ha efectuado una limpieza.
Para Arrizabalaga, el colgante "no va a necesitar más restauración", y después de estudiarlo y incluirlo dentro del conjunto de descubrimientos del gravetiense hallados en este yacimiento, al ser un material público, pasará a formar parte de un museo y de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
"Hace 25.000 años, seres humanos de nuestra especie venían a este lugar que funcionaba como espacio de caza para grupos itinerantes" ha declarado el arqueólogo, quien ha asegurado que estos seres humanos "se desplazaban ocho veces al año a zonas en las que había determinado tipo de recursos".
El hallazgo corresponde al Paleolítico Superior, a una época llamada gravetiense, la más reciente de las épocas investigadas en este yacimiento de Zestoa.



Arrizabalaga se ha mostrado "contento" por este descubrimiento, ya que hallazgos así no se logran todos los días, y ha indicado que es "más antiguo" que los collares magdalenienses encontrados en la cueva de Praileaitz, al los que se les calcula unos 15.000 años.


Además ha señalado que en toda la península habrá aproximadamente "unas veinte piezas de esa misma época", con la peculiaridad de que siempre han aparecido en cuevas.

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