miércoles, 28 de diciembre de 2011

Que siga el Baile.

Así es, en julio de 1518, una mujer llamada Frau Troffea entró en una estrecha calle de Estrasburgo. Sin más comenzó a bailar de forma compulsiva, pasaron cuatro y luego seis días, al final de la semana se le habían unido otras 34 personas.

Al cabo de un mes, la multitud que bailaba espasmódicamente alcanzaban las 400 personas. Aunque pueda parecer incluso divertido, se le llamó Plaga de la Danza y fue considerada como una extraña enfermedad. Muchos de aquellos infelices bailarines murieron a causa de paros cardíacos y otras dolencias derivadas del incansable baile.
 


3 comentarios:

  1. Suceso que bien merece un relato literario. ¿Estaría entre ellos, por cierto, Ian Curtis de Joy Division?

    Un saludo.

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  2. Jajajaja.. que bueno, tanto la pequeña historia, como el comentario, saludos.

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  3. Saludos Marc!!Sin duda alguna encajaría como un guante.

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